Hace un rato que he podido hablar con toda mi familia que estaban reunidos como todas las Noche Buenas, mientras yo aún me desperezaba de la siesta, esto me ha hecho pensar en lo curioso de la percepción del tiempo y el espacio. Voy a celebrar lo mismo que ellos, una cena en familia, aunque este año no sea con la mía propia, me siento como en casa, pero lo voy a hacer 4 horas más tardes y por lo tanto al verles a todos me he sentido como si tuviese la capacidad de estar ahí con ellos, pero sin estar, algo muy raro y difícil de explicar, cómo tener una capacidad que escapa al tiempo, sensación confirmada al ver en Internet que el rey ya había dado su mensaje navideño, es cómo un chiste del momento espacio tiempo, lo que me ha hecho también acordarme de mis amigos María y Jorge que desde Seur seguro que ya llevaban horas acostados después de celebrar ellos allí su Noche Buena.
Con todo esto quiero decir, para que me entendáis, que no es lo mismo perderse una cena de Navidad porque estés haciendo otra cosa en el mismo huso horario, que perdértela porque en tu huso horario aún no ha llegado ese momento.
Bueno cosas mias, como detalle os dejo una imagen de esos relojes que se pueden ver a veces en los aeropuertos con todas las horas de las diferentes partes del mundo.
Y deciros que aquí se siguen haciendo las brasas para el asado navideño, pero eso ya será otro post.
Feliz Navidad, estéis dónde estéis
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