Ya llevamos 4 días en México city y nos han cundido como 10,
hasta ahora no he encontrado un hueco para escribir unas líneas y es que la
mezcla de numerosos planes, el cansancio acomulado y la pereza de sacar el
ordenador por la noche... Pero ahora q me pongo os cuento mis primeras
impresiones.
La Ciudad de México es una megalópolis enorme si me permitís la redundancia, y su tráfico bastante infernal, sobretodo en horas punta. Sus calles siempre vivas, llenas de gente de vendedores ambulantes, puestos de comida callejera, edificios altísimos y zonas residenciales que se mezclan sin complejos con barracas de cartón y uralita.
Para situarnos hemos ido visitando algunos barrios, aún nos queda mucho que conocer. El fin de semana lo dedicamos a Coyoacan y a San Ángel, paseamos por sus calles, trasteamos por sus mercados, comimos en las terrazas y también visitamos la casa azul de Frida Kalho ahora convertida en museo. Estos días los hemos disfrutado con amigos que nos esperaban aquí, y ellos nos han llevado y traído, nos han guiado y contado los detalles de los lugares y las historias de sus gentes, en definitiva nos han mimado un montón.
La Ciudad de México es una megalópolis enorme si me permitís la redundancia, y su tráfico bastante infernal, sobretodo en horas punta. Sus calles siempre vivas, llenas de gente de vendedores ambulantes, puestos de comida callejera, edificios altísimos y zonas residenciales que se mezclan sin complejos con barracas de cartón y uralita.
Para situarnos hemos ido visitando algunos barrios, aún nos queda mucho que conocer. El fin de semana lo dedicamos a Coyoacan y a San Ángel, paseamos por sus calles, trasteamos por sus mercados, comimos en las terrazas y también visitamos la casa azul de Frida Kalho ahora convertida en museo. Estos días los hemos disfrutado con amigos que nos esperaban aquí, y ellos nos han llevado y traído, nos han guiado y contado los detalles de los lugares y las historias de sus gentes, en definitiva nos han mimado un montón.
Como pinceladas os cuento que:
Uno de los más antiguos rincones de la Ciudad de México es Coyoacan, " lugar del coyote flaco"
Algunos estudiosos del origen de este vocablo nahuatl dicen q data de la época
prehispánica, cuando era un pueblo a la orilla del lago de Texoco. En esta
Villa Hernán Cortés escribió al rey Carlos V y desde aquí ordeno se trazará y
construyera la nueva Ciudad de México, sobre los restos de la antigua
Tenochtitlán
Barrio de San Ángel
su principal característica el empedrado de su suelo que capta el espíritu del
antiguo pueblo fundado por la orden Dominica, su espíritu tranquilo de antiguas
mansiones con puertas de madera maciza macetas de geranios tras las rejas de
las ventanas y buganvillas asomándose sobre los muros de piedras. Los sábados
se anima sobremanera gracias al mercadillo de artesanía indígena, a los
pintores q exponen en la plaza y los orfebres que venden plata.
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