TEMAZCAL

No podía ser de otra manera y el día se levantó perfecto, ni una gota de aire soplaba, así que a las 8 de la mañana literalmente nos sacaron de la cama, empezaba la ceremonia, y lo primero era elegir las piedras de un montón, cada participante debía llevar las suyas al centro, está todo perfectamente dibujado con piedras, un circulo externo, que delimita el espacio, no se puede atravesar, sólo hay una entrada por la puerta, y dentro está representado los órganos sexuales de la mujer y del hombre, en el de la mujer se apilan las piedras y es ahí dónde se hace la fogata, el del hombre, sale directamente del iglú, que representa el útero de la madre tierra.

Bueno no se si ha quedado muy claro, el caso que después de apilar las piedras nos dio tiempo a hacer un desayuno casero, riquísimo todo, el pan , las mermeladas, una maravilla y eso que no era muy aconsejable desayunar mucho, pero quien se resiste.
Empieza la ceremonia saludando a los elementos de la naturaleza, Fabián, el maestro que iba a dirigir todo el proceso, tocaba un cuerno de animal, que te ponía los pelos de punta, y así nos íbamos girando hacia los 4 puntos cardinales y con ese paisaje espectacular empezamos a entrar en el útero, nos sentamos en circulo, sobre la tierra, aunque algunos le pusimos un pareito y con la mínima ropa, un short de algodón y una camiseta de tirantes nos preparamos para sudar, éramos 9 participantes más Fabián.
La mujer del fuego, que es la persona que se queda fuera controlando la fogata va metiendo las piedras al rojo de una en una, las saludamos y cuándo ya hay suficientes, los números no son al azar, pero no me quedó lo suficientemente claro como para poder explicároslo, también se le ponen hierbas como romero y alguna más, pero todo natural, nada de alucinógenos que se lo que estáis pensando más de uno, y se va añadiendo agua para generar vapor de agua, esto en la más absoluta oscuridad.
La ceremonia consta de 4 puertas, cada una corresponde a una de las siguiente etapas, la infancia, la adolescencia, la edad adulta y la madurez. Empezamos por la primera puerta, también representado por la serpiente y se busca un recuerdo que corresponda a esta etapa y se va respirando, a los diez minutos o así se entonan unos cantos guturales que te ayudan a acelerar el proceso de la regresión, me sorprendió la facilidad con la que se alcanza esta regresión, y sin buscarlo llegas a los orígenes de cualquier problema que podamos arrastrar hoy en día. La temperatura no deja de subir y la sudoración es copiosa, cuando terminamos tenemos la oportunidad de expresar en voz alta y quemar ese recuerdo, así una vez que todos terminamos se dice puerta y esta se abre, se da la oportunidad al que quiera de abandonar y sino se vuelven a meter más piedras y se repite todo el proceso con la siguiente etapa, la adolescencia, ni que decir tiene, que la temperatura sube y sube, en nuestro caso ya alcanzábamos los 60 grados y a mi me resultó muy difícil seguir más allá de ahí, completé dos etapas y tuve que salir, porque era lo que me pedía el cuerpo, aunque mi mente quería seguir completando etapas.
En definitiva fue una súper experiencia, os la recomiendo a todos los que tengáis la oportunidad de hacerlo. Y la recuperación es fácil, Fabián siempre vigilante para armonizarnos a la salida con energía y además nos ayuda con una duchita de agua y un te reconstituyente.
Ya os he dicho que yo aguanté dos etapas, pero allí hubo valientes que se quedaron las 4, les subió tanto la temperatura, que hasta la puerta se les salió de la presión, que no se asuste nadie.

Es increíble cómo se están desarrollando los acontecimientos, todo es cómo muy mágico, y ahora escribiendo sobre ello, me doy cuenta otra vez del poder del pensamiento, porque no hace tanto tiempo, en mi casa viendo la tele desde el sofá, vi un reportaje de Samantha Villar que hacía un temazcal y me quedé pillada pensando que me gustaría probarlo, pero si más, elevé el pensamiento y luego lo olvidé, y mira, me lo encontré en mi camino de baldosas amarillas.